Esta película te sorprenderá como nunca.
Pensar en la adolescencia siempre suele llevar a un mar de emociones. Las situaciones que se enfrentan en aquella edad son tan esperanzadoras como aterradoras para la vida. Y puede que no haya una película tan clínica y fresca que The Virgin of the Quarry Lake para expresar aquella etapa de inestabilidad y cambios.
Bajo la dirección de Laura Casabé, la película argentina cuenta la historia de Natalia, una joven que, tras terminar la secundaria, busca hacer de Diego, su crush de toda la vida, su novio. Sin embargo, las cosas salen mal cuando aparece Silvia, una chica más grande y experimentada que hipnotiza a Diego en un instante. De repente, Natalia se ve obligada a enfrentarse a un mar de situaciones nuevas que podrían redefinir su vida… literalmente.
La adolescencia: Una exploración de emociones
Uno de los puntos más fuertes detrás de The Virgin of the Quarry Lake es su narrativa fresca e interesante. Estamos ante una película que inventa sus propias reglas y, a la vez, se convierte en una digna representación de la adolescencia.
A través de una etapa tan compleja, viviremos una experiencia audiovisual inusual, una proyección de dos horas en las que lo abstracto de los sentimientos pasaremos de la alegría a la discordia. Después de todo, a esa edad ¿cómo te sentirías si pierdes al chico que te gusta?
Un retrato de la realidad
La película de Casabé no solo busca encuadrar la sensación de lo que es ser adolescente, sino que también se convierte en un vívido retrato de un contexto y ubicación muy particular: la crisis financiera de Buenos Aires, Argentina.
The Virgin of the Quarry Lake es vista a través de los ojos de tres pequeñas chicas, pero también es un fiel lienzo del contexto de estrés e incertidumbre que se vivió en el país latinoamericano durante el 2001. Un retrato valioso de ver, en especial porque es 100% testimonial.
¿Virginidad? Hablar sin tabús
Al hablar de la adolescencia, esta cinta de Sundance 2025 llega para hacer una jugada arriesgada: tocar temas tabús de la etapa. Natalia se convierte en un conducto que, aunque tiene emociones encontradas, también carga un estandarte que habla de la liberación social en temas tabú que se ven muy diferentes desde la juventud, como la sexualidad, el deseo y los celos.
Una experiencia narrativa
The Virgin of the Quarry Lake está llena de sorpresas. Si bien, es una historia que tiene comedia, drama y romance, esta es un viaje disfrutable y auténtico que sorprende por tomar su propio rumbo. La película crea una experiencia narrativa inimaginable que, después de explorar las emociones llega a un punto sobrenatural. El thriller y el terror redefinen una historia que, al principio, solo buscó hablar de amor.
Dolores Oliverio: Una estrella en asenso
Dolores Oliverio es la protagonista de The Virgin of the Quarry Lake. Para el buen sabor de muchos, la joven actriz argentina llama mucho la atención con su interpretación sólida, sensible y, a la vez, concreta.
La película de Sundance es su primer trabajo. El gran recibimiento que tuvo entre la crítica ya la consolida para ser una estrella promesa. Su trabajo es poco, pero su papel dice mucho a través de sus miradas y un par de escenas.
Q&A: Adaptar es difícil
Foto: @ivanjoatzay
The Virgin of the Quarry Lake, también titulada La virgen de la tosquera en español, sobrelleva una presencia hipnótica, aterradora y bastante compleja. Para lograr aquella narrativa inmersiva, Laura Casabé tuvo que llegar a los niveles máximos de creación.
En el último día del Sundance Film Festival: CDMX 2025, la directora argentina dio un Q&A en el que, tras la proyección de la cinta, ahondó en los retos y elementos propositivos que pulió. Junto a ella, se unieron Fernanda Echeverría, intérprete de Silvia, Diego Martínez, productor del proyecto, y Diego Tenorio, director de fotografía.
La charla se llevó a cabo en la sala 3 de Cinépolis Diana, alrededor de las 8 de la noche. La directora sorprendió al llegar llena de emoción y hablar de cómo creó esta historia.
The Virgin of the Quarry Lake es una película argentina que hace honor a dos cuentos del mismo país: La virgen de la tosquera y El carrito, ambos de Mariana Enríquez.
La cineasta explicó que, tras conocer el trabajo de la autora, se animó a pedirle permiso para llevar sus historias “stephenkingnianas” a la pantalla grande, en 2019.
“Quedé magnetizada, hay algo muy hipnótico en los cuentos de Mariana. Además, está la sensación de sentirse representada en esas historias (…) Nos conocimos, charlamos mucho de películas y de chicos, y luego pudimos tener los cuentos.”
Según las palabras de Casabé, adaptar las dos historias en una misma película fue algo complicado. Esto no solo por mezclar ambos relatos de pesadilla tan distintos, sino, por lo limitado que era su concepto. Así que decidió crear su propia versión del trabajo de Enríquez:
“Como son cuentos era difícil verlos como una adaptación, sino más como una traspapelación. Una cosa como tomar ese material y usarlo con mucha libertad”.
Escribir y dirigir la película tomó “muchos años” y, dentro de su trabajo, además de sumar a conocidos a la producción, Laura trabajó codo a codo con Mariana, quien la asesoró y supervisó el proyecto, para crear una versión fidedigna de sus cuentos.
Una mexicana en la película
Por su parte, para unirse a la reinvención en esta adaptación, Echeverría explicó que sí tomó ciertas libertades personales para mejorar su interpretación como Silvia, la enemiga de Natalia.
“Con Silvia mi eje fue la vergüenza. Pensaba: ‘¿por qué esta chica de 26 años quiere estar con ellas? ¿por qué quiere llevarlas a la tosquera?’, entonces empecé a inventarme esas cosas”
Los retos para ella fueron distintos. No solo se adentró a una filmación que ya estaba lista y en la que ella era “la nueva”, sino que también dejó México por la mayor cantidad de tiempo en su vida, todo para rodar.
Al ser una actriz mexicana en una película argentina, Fernanda tuvo que cambiar su dialecto y acentos, por lo que aprendió a hablar como toda una local de Argentina en un mes.
¿Qué hay de nuevo en esta historia?
Foto: @ivanjoatzay
Laura le metió toda su esencia a su película. Usando su experiencia en el género de terror, creó un relato visual grotesco e intrigante que puede cautivar a más de uno. Sin embargo, la cineasta decidió llevar más allá su oportunidad y quiso contar un mensaje.
Como lo cuenta, aprovechó la crisis romántica de Natalia para ahondar en lo difícil que es atravesar la adolescencia. Las escenas explícitas y diálogos sin tapujos buscaron borrar los tabús acerca de aquellas dudas que se atraviesan al crecer.
“Sí me interesa ser muy cruda y no romantizar la adolescencia. Es muy hermosa, pero sí [quería] mirar a la cara a esos sentimientos y esas sensaciones de celos, envidia, calentura, pasión, deseo. Todo eso, para mí, al revés, contrario de traumatizarme… hacer estas cosas me ayuda a liberar”, explicó.
Laura también usó el cuento de El carrito y su argumento narrativo, situado en 2001, para hablar de las carencias y la crisis económica que se vivió en Argentina en el pasado.
“Estaba convencida que el carrito era una alegoría de la crisis [en Argentina] del 2001. También quería hacer una película coming of age en 2001, lo que representaba tener 20 años en ese momento tan crudo y salvaje en el país.”
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